Vista
aérea de
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La cortina del Baluarte del Príncipe o de la Carrera, unía éste con el
Baluarte de Santa Quiteria. En ella se ubicaba la Puerta de Santa Quiteria o
Puerta Nueva.
1.- Vista
aérea de los restos de
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En
el recorte del plano de 1709, pueden verse el Baluarte del Príncipe, la Puerta
que se abrió en su cortina y el Revellín que la defendía.
2.- Recorte del plano de 1709.
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Aunque
en mal estado, aún se conserva el tramo de la cortina que iba desde el baluarte
de Santa Quiteria hasta la Puerta Nueva, incluyendo parte de la misma.
A pesar del mal estado en
que se encuentra la escarpa, como puede apreciarse en la foto de abajo, es la
original. Mantiene parte del parapeto y del cordón, pero se ha vaciado el
terraplén para uso ganadero.
3.- Tramo de
desde la parte superior del
Baluarte de Santa Quiteria
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El vaciado del terraplén
está provocando el derrumbe de la escarpa, el cual, es más evidente en la parte
central del tramo amurallado, donde puede apreciarse una gran brecha. (Foto de
abajo).
4.-Brecha en
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Solo al final de este
tramo, en su unión con la Puerta Nueva, mantiene completa la escarpa, con algún retoque, el cordón
y el parapeto. El foso en esa zona tuvo un uso agrícola y ganadero (aún se
conserva un abrevadero), si bien ahora no tiene actividad alguna en su
interior.
De la Cortina restante,
que iba desde la Puerta Nueva al baluarte del Príncipe, no queda nada.
Delante de la cortina,
había un revellín que defendía la Puerta. Este revellín, figuraba en los planos de la época, como
revellín de Santa Quiteria o de la Puerta Nueva. No queda rastro alguno, dado
que se ha construido encima, si acaso podría quedar algo bajo tierra. Como
tampoco queda nada del camino cubierto de la fortificación en esa franja.
Solamente podemos hacer un
dibujo de los elementos de la fortificación abaluartada en esa zona
comparándolos con un mapa de la época.
Abajo, un trazado sobre un plano de 1758, de
los elementos de la fortificación, en la cortina del baluarte.
Como puede verse en el
esquema de arriba, y figura en varios planos de los ingenieros militares que
participaron en la construcción de la fortificación oliventina, situaban la
Puerta Nueva aproximadamente en el centro de la cortina.
La puerta tenía un arco
central que configuraba el conducto de entrada de la propia puerta, con dos
columnas cuadrangulares a sus dos lados.
El arco estaba sustentado en los laterales, por las edificaciones que albergaba el cuerpo de guardia (despacho del oficial, dependencias
de los guardias, de los consumeros,
etc.). En la parte central superior tenía una garita de planta circular
y con cúpula.
En el plano de abajo puede verse el acceso
a la fortificación por una primera puerta, donde confluían los caminos de
Badajoz y Valverde de Leganés, esta puerta llevaba al foso del revellín. A
partir de ese punto, el camino realizaba un recodo girando hacia la Puerta
Nueva (trazo azul).
Ese camino, se elevaba una determinada
altura, para evitar el foso, y estaba protegido en sus laterales por un petril
(murete de piedra), del cual podrían quedar algunos restos en el muro actual,
junto a lo que queda de la puerta en la calle Santa Engracia.
En 1954, se cede gratuitamente al Ayuntamiento de Olivenza, el Cuartel de Caballería, con la finalidad de poder llevar a cabo la apertura de una nueva vía de comunicación: el acceso al pueblo desde la carretera de Badajoz, actual calle de Santa Engracia.
Dado que se perdía por tanto, la utilidad militar del espacio contiguo, se procedió a demoler la Puerta Nueva y el cuerpo de guardia que la vigilaba, quedando tan solo, el sustentáculo izquierdo formado por las dependencias y despachos de guardias y oficiales.
13.- Restos actuales y de años atrás, de |
El
trazado de la actual calle General Infante mantiene la línea por la que discurría
la puerta, conservando al final, el edificio, hoy en día una nave a medio techar, que
albergaba las dependencias antes
citadas.
Una vez mas, nos encontramos con restos abandonados de la fortificación abaluartada de Olivenza.
Con una mínima intervención de la Administración y escaso mantenimiento, aunque no se restaurasen por completo, podría conseguirse que estos restos no desaparecieran del todo