La
fortificación abaluartada de Olivenza comienza a construirse en el siglo XVII, nada más comenzar la
Guerra de Restauración entre España y Portugal en 1640.
Las fortificaciones
abaluartadas solían tener un trazado regular mas o menos concéntrico, cercando
los edificios y barrios más importantes. En Olivenza, los edificios como el Convento
de San Francisco, la Ermita de San Blas, y las construcciones en el entorno de la
Fuente de la Cuerna, determinaron un trazado alargado hacia el eje norte-sur.
No
obstante se presentaron dos opciones:
La primera (plano 1) constaba de un
trazado regular estrellado con seis baluartes y dos puertas reales protegidas
con dos revellines. Esta opción no protegía todo el trazado urbano y se
desechó.
La segunda opción (plano 2) por la se
opta, presenta una fortificación con un perímetro de nueve baluartes,
recogiendo todo el espacio urbano y permitiendo los movimientos rápidos de las
tropas entre cuarteles y almacenes de provisiones.
Plano2 de Nicolás de Langres.
*Es
difícil conocer bien la evolución que tuvo la fortificación durante el periodo
bélico, pues el archivo municipal desapareció al final de la guerra. No obstante,
la documentación obtenida de los distintos acontecimientos bélicos que se
registraron, nos pueden dar cierta idea de cómo evolucionó.*
*Tesis de Rosa Mª Sanchez Garcia.Fortificaciones y Edif. Militares de la Plaza de Olivenza.
Así por ejemplo, se tiene constancia
que el Conde de Monterrey en 1641 eligió la Puerta del Calvario al Noroeste,
(por la que los oliventinos accedían a labrar sus tierras) para iniciar su
ataque a la plaza.
Se pone de
manifiesto el primer punto débil de la fortificación y se proyecta protegerla
con una obra “corna”, especie de hornabeque con contraguardia y revellín. Esta
obra no se llega a completar como tal, siendo sustituida por otros elementos,
tal y como puede apreciarse en planos posteriores. A su vez la puerta estaba
flanqueada por dos baluartes: el de San
Juan y de
la Cava o de la Reina Gobernadora.
Obra Corna para proyeger la Puerta del Calvario.
Cabe decir que estas obras se realizaron
inicialmente con tierra y fajina (leña ligera).
La
otra puerta por la que se accedía a la villa, era la Puerta de San Francisco al
Sur, en torno a la fuente del Pilar, que como refleja el plano (opción 2) se
protegía con un revellín y la flanqueaban los baluartes de la Cortadura y de San Francisco.
El
resto de la fortificación se completaba con el baluarte de San Pedro al Oeste, los de la
Cuerna y Santa Quiteria al Norte, y el del Príncipe o de la Carrera y el de San Blas al Este.
Después de la guerra y tras once años
en manos española, la plaza fue devuelta a Portugal.
*La fortificación seguía en pie con los
nueve baluartes, los dos revellines y la obra “corna” de la Puerta del
Calvario. Pero el camino cubierto no estaba acabado, las medias lunas de tierra
y fajina habían desaparecido, el foso tenía poca altura y la obra “corna” era
imperfecta.*
Plano de 1663.
En
la primera década del siglo
XVIII con la Guerra
de Secesión Española la fortificación de Olivenza adopta una forma más segura.
Se empieza a construir con piedra y cal y se tienen en cuenta las zonas por
donde más fácilmente fue atacada durante la última guerra.
Con la finalidad de cubrir esas zonas,
se añadieron otros elementos defensivos
los cuales quedan reflejados en el plano de 1709.
Plano de 1709.
Se
refuerza aun más el NO con un “caballero” sobre el baluarte de San Juan
que domine el “Otero da Forca” y a su vez proteja la Puerta del Calvario. En
este plano, la obra corna anterior parece haber sido sustituida por un revellín solamente.
Con
el fin de proteger las proximidades de la Puerta de San Francisco y el largo
tramo de la cortina entre los baluartes adyacentes, se disponen frente a la
cara derecha del baluarte de San Francisco, una serie de ángulos cortos con
flancos alternativos denominados “dientes
de sierra”.
También se construye el Fuerte de San Juan como defensa avanzada de la zona sur.
Así
mismo se abre la Puerta Nova
o de Santa Quiteria entre
los baluartes del mismo nombre y del Príncipe o de la Carrera, con la finalidad
de hacer la fortificación más operativa al este de la plaza.
Finalizada
esta contienda la fortificación constaba entonces con los 9 baluartes, 7
revellines, 2 plazas de armas, las 3 puertas, el caballero del baluarte de San
Juan y el fuerte de San Juan.
La fortificación en 1768 tal y como refleja el plano, presenta los mismos elementos que a
principios de siglo. Pueden apreciarse también las construcciones en torno a la
Fuente de la Cuerna al norte y al sur en los alrededores de la Puerta de San
Francisco.
En
el siglo XIX Fernando
de Gabriel deja constancia en un informe de 1802, la situación de la
fortificación de la plaza:
Ésta, tiene nueve baluartes, otros
tanto revellines, foso ancho, contraescarpa de poca altura, camino cubierto con
tan solo dos plazas de armas, parapeto y glacis demasiado inclinados, también
refiere que los parapetos son irregulares, banquetas y terraplenes cortos, los
baluartes son vacíos y el “caballero” debería concluirse. Los revellines están descuidados y el Fuerte de San Juan es
reducido y mal construido por lo que también está arruinado.
Una vez más, las reformas no llegan
por falta de fondos económicos.
Los
planos de la fortificación de los años siguientes reflejan la fragilidad de la
fortificación: los baluartes de San Pedro y San Blas presentan el peor estado.
El baluarte de S. Pedro tenía una brecha
en su ángulo de espalda derecho. El General
Soult en 1811, durante la Guerra de Independencia, aprovecha esta
situación y elige este punto para su
ataque a Olivenza.
Plan de Sitio de Olivenza. Año 1811
Después
de la guerra Olivenza pierde su importancia estratégica y por tanto la
fortificación pierde la función que mantuvo durante años.
El problema ahora era resolver si se
reedificaban adaptándola a los nuevos avances en la artillería o bien se
destruían.
En 1851 la fortificación estaba
prácticamente completa.
Mapa de 1851
En el mapa de la fecha se ven al norte las huertas de
la Corna, la fuente con un jardín, precedida por su baluarte y el de Santa Quiteria.
Al este, la Puerta Nueva con el
cuerpo de guardia, el Baluarte de la Carrera con el Cuartel de Caballería en su
gola y el Baluarte de San Blas con su ermita arruinada.
Al sur, con los
baluartes de San Francisco y de la Cortadura a los lados, la Puerta del Pilar,
su fuente y el lavadero.
Al oeste los baluartes de San Pedro, de la Cava o
Reina Gobernadora y la Puerta del Calvario al Noroeste, con el cuerpo de
guardia y el Baluarte de San Juan de
Dios que albergaba el Hospital Militar con la reseña “exconvento”.
En el mapa también se reflejan los 7
revellines en todas las cortinas excepto las de San Pedro y la de la Cava, que
poseen 2 plazas de armas en su camino cubierto.
El camino cubierto está
completo y el Fuerte de San Juan no queda bien reflejado en el mapa, tan solo,
menciona la "Luneta".
A
mediados de siglo y hasta 1859, la posición de las autoridades respecto de las
fortificaciones era ambigua, pues al mismo tiempo que solicitaban la
eliminación de los impuestos extraordinarios a la población, destinados a la
fortificación, se aprovechaban de los fondos que percibieran en concepto de
conservación de la muralla y multaban la ocupación de los terrenos y elementos
de la misma.
A partir de 1859 ya se permite construir
edificios libremente en el recinto abaluartado, así como, consentir la
demolición de las murallas.
En 1869 el Ministerio de la Guerra cede
oficialmente la fortificación de Olivenza.
El Fuerte de San Francisco pasa a manos
privadas, los terrenos de las murallas, fosos y glacis a una Sociedad y las
pequeñas parcelas colindantes aumentaba cada más de tamaño.
Estas fechas marcan el inicio del
abandono de la fortificación, con una ruina progresiva debida al olvido, las
inclemencias del tiempo y la destrucción
voluntaria que se hará más patente en el siglo XX.
En
el siglo XX, se inician los derribos de la fortificación
abaluartada.
En
1905 se derriba la Puerta Nueva para abrir el barrio de Santa Engracia hacia carretera de
Badajoz.
Posteriormente se abre la calle de San
Pedro destruyéndose el Baluarte de
San Pedro y la Cortina de la Cortadura.
Por otra parte se extienden las
construcciones por glacis y revellines, principalmente por el sur de la
ciudad.
El plan de Urbanización de 1968 crea 3 zonas:
ü ZONA HISTORICA ARTISTICA: Todo el perímetro interior de la fortificación
abaluartada.
ü ZONA DE RESPETO O VERDE: zona ampliada de la anterior, Los exteriores de
los baluartes de la zona este.
ü ZONA AGRÍCOLA DE PROTECCIÓN: Resto de zonas colindantes con las murallas.
El respeto a esas zonas en años
siguientes es otro cantar, merece un estudio más detenido y de entendidos,
supongo.